Recuerdas a esa persona, todavía no te lo crees, ya no estará jamás junto a ti. Sin embargo, no puedes dejar de pensar que todo es una broma del destino, que está bien... correr hacia ella, eso es lo que deseas, darle un abrazo muy fuerte y decirle cuánto la has echado de menos. Tus lágrimas no pueden dejar de caer sobre tus mejillas, pero aunque no está tu la sientes muy adentro de ti. Piensas que quizás te esté cuidando a ti y a los tuyos desde donde esté y entonces rebosa una sonrisa en tu cara mientras tus lágrimas siguen cayendo..
No quieres olvidarla y dejarla en el pasado y eso es lo que hace que siempre caigas en lo mismo, ¿pero es eso lo que ella querría?. La vida es como un tren, en la que tu eres el piloto y los pasajeros suben y bajan, no puedes parar el tren porque un pasajero baje, pero puedes recordar con alegría esos momentos en los que continuó contigo.
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